sábado, 22 de agosto de 2009

Día 2 – Luxor

Que sueño, que temprano, a estas horas no hay quien desayune, y tenemos que desayunar bien que no volvemos hasta las 13:00, a las 05:00 en punto comiendo otra vez, creo que no vamos a adelgazar nada en este viaje, ni por calor ni por andar, con este ritmo de comida!!

Cuando salimos del barco son las 05:45, y ¡¡que calor!! Más que nada porque a esas horas en España nunca hace esa plasta, pero luego durante el día comprobamos que aquí el clima es bastante constante, aunque varía desde por la mañana hasta el mediodía, pero la sensación es de que no varía demasiado, siempre tienes mucho calor, y supongo que llega un momento en que te acostumbras, eso si estamos bebiendo una cantidad de agua….

Empezamos por el templo de Luxor, que lo tenemos cerquita. Im-Presionante, en dos palabras. Es que de verdad no se me ocurre nada más. Ya veréis las fotos, esto hay que vivirlo.

Luego nos vamos a Karnak, esto si que es impresionante con todas las letras, la pena es que tenemos la mañana tan repleta que no podemos parar casi nada a disfrutarlo, y tenemos que ir corriendo a todo correr, pero la sala hipóstila es realmente mágica.

Luego autobús, y para las montañas del otro lado del río, vamos hacia el más allá, hacia donde se pone el sol, al reino de la penumbra, sí, efectivamente, vamos al valle de los reyes, antes hacemos una paradita en Deir El Medina, la aldea de los artesanos, y visitamos la tumba de un ingeniero, allí si que hacía calor, y humedad, y calor, muuuucho calor. Entramos medio grupo y luego otro medio grupo, pero es que no cabíamos más. Al entrar noto un olor un poco extraño, pero durante la mañana compruebo que es el mismo olor en todas las tumbas, no sé si será de la condensación por la respiración humana, si será algún producto que utilicen para la conservación de las paredes, por cierto vemos pinturas de hace miles de años, es una pasada, no os lo podéis imaginar, bueno quien ya ha estado aquí lo sabe.


Luego vamos al templo de Habu, perteneciente al rey Ramsés III, la verdad es que está muy chulo, se ven pinturas en las paredes sobre los bajorelieves y altorrelieves, es increíble que aún estén ahí, y que veamos los detalles que vemos, las figuras tienen todos sus dedos, detalles de los rasgos, según si representan a orientales, a africanos, a egipcios, bufff un pasote

A la salida hacemos nuestra primera compra, un turbante para cada uno, una vez que te fijas cómo lo hacen no es tan difícil, y además vas superfresquito, estos egipcios son muy sabios.


Después vamos a tomar una panorámica del templo de la grandísima Hatshepsut, pero solo es una panorámica, aquí viene mi primera (de momento) decepción en este viaje. Yo quería visitarlo, a mi la historia de esta mujer me impresionó desde hace mucho, y una de mis ilusiones era visitar su templo, pero al fin y al cabo si lo miras bien, esto hace que tenga que volver una segunda vez, que nos están quedando cosas por ver, jejeje.


Y por fin, el valle de los reyes. Esto si que es la parte más desértica que hemos visitado hasta ahora, además estamos más o menos desde las 11:00 de la mañana hasta las 12:15, con lo que estamos a pleno sol. Visitamos tres tumbas, la de Tuthankamon se paga aparte, pero decidimos no entrar porque la mayor parte está en El Cairo en el museo, y no sabemos si nos dará tiempo, luego descubrimos que si nos hubiera dado tiempo, pero bueno no nos importa estar 10 minutos más en el autobús con el aire acondicionado, que a esas horas y con ese tute se agradece.

Llegamos al barco, y esta vez nos lo han movido y tenemos que atravesar varios barcos, eso sí cuando llegamos al nuestro nos invitan a una limonada que sienta superbien.

A comer, y a dormir, que ya no aguantamos más, eso sí, la siesta de dos horitas sienta genial. Ahora sí que somos personas. Vamos a la piscina, charlamos con los compañeros de mesa, estamos haciendo grupito con otras dos parejas que compartimos la mesa, y nos vemos con ellos en la piscina. A las 17:00 tenemos té con pastas, ¿por qué está todo tan bueno? A pesar del calor, y a pesar de que está caliente nos tomamos dos tazas, y porque la tercera ya daba corte, pero entraba estupendamente.

Y ahora el momento más divertido del día, si los turistas de los barcos no van al mercado de Esna, el mercado de Esna tiene que ir a los turistas de los barcos. Lo que nos hemos reído, nuestra primera experiencia en regateo, con unas barquitas pequeñas se acercan a los barcos, y te tiran la mercancía, tu lo miras, te lo pruebas, te gusta, no te gusta y empezamos a jugar, nos pedía 60 euros por 2 chilabas de mujer, como el guía nos había dicho que las chilabas estaban entre 4 y 6 euros más o menos, le decimos que ni loco, que se las tiramos de vuelta, “no, no, cuánto, cuánto”, le digo yo, ¿por las dos? “sí” y le digo que 12 euros, el tío se ríe y me llama mafiosa, jajajajaja aún me parto la caja, pues a pesar de todo el regateo, que si, que no, al final sacamos 3 chilabas por 18 euros, 6 euros cada una, una para cada chica del minigrupito. Pero es que no os podéis imaginar cómo nos hemos reído, que manera de tirar la mercancía, de recogerla, de hablar, de regatear, muy bueno, ha sido muy bueno.

Después duchita y a cenar, y después hemos visto como pasamos la esclusa de Esna, hemos ido a la tienda del barco a comprar una chilaba para Juan, que él no tenía, y mañana tenemos la cena con las chilabas y la comida egipcia, y luego el momento mágico. Hemos contemplado las estrellas desde la cubierta de la piscina, es una pasada, precioso, y lo mejor hemos visto varias estrellas fugaces. Se estaba de bien, no teníamos ganas de venir a la habitación, pero yo quería escribir las crónicas, y además mañana tenemos que levantarnos sobre las 06:30, que tenemos que desayunar y estar a las 07:30 en recepción, nos vamos a ver el templo de Edfu.

Bueno me voy a la cama, que lo de mañana lo cuento en otra entrada.

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